En 200 planteles educativos no funcionan los bares escolares

Los vendedores pululan en los exteriores de planteles educativos de la Sierra Centro. Se activan, sobre todo, en el recreo. Foto: Modesto Moreta / EL COMERCIO

Modesto Moreta.  Redactor (I)

Papas fritas, chitos, bolos, dulces, chocolates, refrescos, mangos con sal y pizzas son los productos que más compran los estudiantes en las tiendas y los puestos instalados en los ingresos y salidas de las unidades educativas de Tungurahua y Cotopaxi

Estos productos, a pesar de no aportar en la nutrición de los educandos, son los que más consumen los alumnos a la hora del receso. Tal como en el caso de Jordi M., de 12 años, quien a diario adquiere papas fritas y un jugo que viene en un envase de cartón y que combina para alimentarse en el recreo.

Estos artículos los compra a la dueña de la tienda que está ubicada al frente de la unidad educativa donde estudia. Los productos los guarda en la mochila e ingresa a la institución, donde cursa el octavo año de básica. Cuenta que debe comprar afuera debido a que, desde que comenzó el nuevo año lectivo, el bar está cerrado.

“Pasaron varios meses y nadie nos dice por qué está cerrado y debemos comprar en la calle. Ahí hay de todo, aunque algunos productos se exhiben en el piso”, se queja.

Un informe de la Coordinadora Zonal 3 del Ministerio de Educación en Tungurahua señala que hay al menos 200 000 estudiantes, de más de 200 centros educativos de esta parte del Ecuador, quienes no acceden a los bares escolares

Eso preocupa a Alexandra Bautista, directora del Distrito de Educación 18D01 Ambato.

Comenta que eso ocurre debido a que el proceso de adjudicación de los bares está en manos de la Secretaría Técnica de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar), como lo establece el Decreto Ejecutivo 503 de septiembre del 2018 y publicado en el Registro Oficial en ese mismo año.

Esta entidad evalúa a los candidatos y emite las resoluciones pertinentes para que la licitación continúe ante el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) para la contratación de los administradores de 131 bares en las unidades Educativas de Tungurahua

Sin embargo, advierte que con fecha 30 de noviembre del 2022, hay una petición por parte de Inmobiliar para que no se considere como requisito la emisión de los dictámenes técnicos de los procesos de arrendamiento de bares escolares. En la actualidad es un requisito que crea retrasos en los procesos de contratación.

Se espera que eso se apruebe con el propósito de iniciar con los trámites de arrendamiento a través del Sercop. La idea es que, de forma inmediata, se suban las solicitudes a compras públicas. 

Responsabilidad de titulares

Hasta que el proceso se inicie, Bautista afirma que debe haber una corresponsabilidad de la comunidad educativa, es decir, que los padres envíen a sus hijos la colación o un refrigerio saludable.

Eso evitará que se compre comida chatarra y alimentos que se desconoce su preparación y procedencia. “Una vez que se habiliten los bares escolares, haremos el seguimiento a través de la Unidad de Apoyo, Seguimiento y Regulación en conjunto con el Arcsa para verificar la calidad de los alimentos, la asepsia y control de las instalaciones”, explica la funcionaria.

Son las 12:30 de jueves 7 de diciembre. Decenas de estudiantes de la Unidad Juan Montalvo, ubicada en el centro de Ambato, terminan su jornada educativa y comienzan su retorno a casa. 

En la calle Rocafuerte, un grupo de vendedores ambulantes instalaron sus puestos improvisados.

Comercializan mango con sal, bolos, pizzas, papas fritas y más productos. “No hay control de las autoridades; no sabemos cómo preparan los productos que están consumiendo nuestros hijos”, cuenta Marcelo Morales, tesorero del Comité de Padres de Familia.

La organización consiguió un permiso especial de la Coordinadora Zonal para que un grupo de padres de familia administrara, durante 30 días, el bar de la institución educativa. El dirigente explica que el objetivo es recaudar fondos que se invertirán en la reparación de las baterías higiénicas.

“Estamos vendiendo productos saludables a nuestros hijos como frutas, secos, chochos y más productos sanos. Debe haber un control sanitario en el exterior del plantel a través de las autoridades municipales, pero no nos ayudan”.

En Cotopaxi, al menos 80 centros educativos fiscales no cuentan con el servicio de bar. Similar a los estudiantes de Tungurahua, los productos los compran en tiendas aledañas a las escuelas. Nelson López, director Distrital de Educación de Latacunga, dice que espera la resolución que evitará el trámite administrativo del informe de los técnicos del Inmobiliar para subir el proceso a la página del Sercop.

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