No endeudarnos más

El gobierno híbrido de Noboa (con autoritarismo y apariencia democrática), está en un punto de inflexión para hacer cambios estructurales de fondo, a base del esfuerzo nacional de todos y sin endeudarse más, para sostener efectivamente el bienestar de la gente. Estos cambios importantes deben ser graduales y paulatinos durante el lapso para el que fue elegido, con visión de futuro.

A tales efectos es imperativo cambiar toda la estructura de nuestro desarrollo – para no depender solo del endeudamiento externo e interno- y redoblar la productividad de nuestro esfuerzo en todos los ámbitos de la vida nacional, convenciendo a la gente que la paz colectiva habrá cuando los 4 millones de ecuatorianos vulnerables dejen de ser pobres crónicos y endeudados y trabajen 8 horas diarias de sesenta minutos, sin puentes vacacionales.

Si no aumentamos la producción nacional a un ritmo más alto que el crecimiento de la deuda, no hay salida posible y nuestro esfuerzo solo servirá para pagar una deuda que nos ahoga. En un mundo incierto, con un dólar débil, hay que trabajar más y mejor para cubrir el déficit fiscal y bajar el riesgo país a 200 puntos como el que tiene Perú, por ejemplo, porque si no es así, no vendrán las inversiones empleadoras que tanto necesitamos.

Porque debemos entender que no podemos pagar una deuda que asciende a USD 80 000 millones, otra por retrasos a proveedores que suman USD 5 000 millones que atasca a la circulación del dinero, la deuda al IESS por retrasos del 40% anual,  ni lo que se prevé por subsidios que según el presupuesto suma USD 7 915 millones. Frente a esta realidad no podemos seguir endeudándonos más porque la deuda ahoga nuestro esfuerzo, que solo alcanza para crecer al 2%, como lo ha hecho en los últimos 50 años, debido a que nuestra economía es muy pequeña para tener tanta deuda.

El gobierno debe utilizar su capital político para abandonar el populismo y acabar con el clientelismo si desea perdurar en la historia.  A tal efecto debe eliminar gradualmente los subsidios al diesel que se estiman en USD 1 194 millones y con ese ahorro invertir en la vialidad de todo el país, cuyo desastre afecta a los vehículos. También focalizar el subsidio al gas y eliminar el subsidio al consumo energético. No es posible mantener los subsidios al IESS, al ISSFA y al ISSPOL, que suman USD 3 368 millones, que deberían ser eliminados en 10 años.

Además, es importante una contribución justa de los más ricos, quienes deberían pagar un impuesto a sus patrimonios elevados para invertir en acciones redistributivas, que la gente viva mejor, tenga futuro y deje de ser tentada por la delincuencia organizada nacional y extranjera.

En definitiva, gobernantes y gobernados deben ser capaces de decidir sobre estos temas para trascender, so pena de desperdiciar 4 años haciendo más de lo mismo.