Ecuador necesita más ciencia y educación STEAM

El regreso a las aulas en la Sierra y Amazonía invita a reflexionar sobre un desafío crucial: ¿Cómo lograr que la educación sea un motor real de innovación y desarrollo para Ecuador?

La coyuntura actual exige que estudiantes y docentes se involucren más en la investigación aplicada. Con esto se responde directamente a los problemas que aquejan al Ecuador. Entre ellos: el manejo de recursos no renovables, el cambio climático, la transición energética y la digitalización de la economía.

Desde la primera infancia, como ocurre en los países que más avanzan, es clave despertar la curiosidad, el deseo de crear y la pasión por la ciencia y la tecnología.

Las carreras STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) deben fortalecerse y atraer a más estudiantes, pero la semilla se siembra en los primeros años. No es posible que niñas, niños y adolescentes sigan percibiendo las matemáticas, la física, la astronomía o la astrofísica como materias distantes o inaccesibles.

El ejemplo está en los resultados recientes de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (Espoch). Esta entidad alcanzó el puesto número uno en Ecuador dentro del ranking internacional Nature Index en el área general, gracias a investigaciones en ciencias físicas.

A nivel sudamericano se ubicó en el puesto 70, con publicaciones en revistas de alto impacto como The European Physical Journal C. Esto demuestra que la investigación ecuatoriana puede destacar en escenarios internacionales.

Extender esta cultura de investigación a todos los niveles es urgente. Los clubes de robótica, de lectura y de ciencias en colegios deben tener mayor presencia y objetivos más ambiciosos.

Hay que preparar mejor a los estudiantes para concursos nacionales e internacionales, que son claves para incentivar la sana competencia, pero también para generar la base de pensamiento crítico que los acompañe de por vida.

Según Datareportal, en enero del 2025 había 15,2 millones de usuarios de internet en Ecuador. Esto significa que la tasa de penetración de Internet se situó en el 83,7% de la población total.

Estos datos son una oportunidad. Nunca antes las nuevas generaciones tuvieron tanto acceso al conocimiento ni tantas herramientas para aprender, compartir y crear. El reto está en canalizar este consumo digital hacia fines productivos, académicos y científicos.

Si la educación y la investigación sean prioridad nacional, no solo estaremos preparando a nuestros jóvenes para un mercado laboral altamente competitivo. También se formará a innovadores, científicos y líderes que ofrecerán soluciones concretas a los desafíos del país.

Ecuador tiene talento. Se necesita que la educación, la ciencia y la tecnología dejen de ser espacios marginales y se conviertan en pilares de la política pública, de la vida escolar y de la cultura ciudadana.